El sábado 10 de febrero la CVX en Valladolid
se reunió para una Asamblea muy especial. Después de haber trabajado en las
semanas precedentes las primeras fichas sobre el Proyecto Diakonía de forma
comunitaria, Roberto Arranz ahondó en su contenido. Nos propuso pararnos a
mirar a la Comunidad desde lo local, lo nacional y lo internacional, y nos
invitó a soñar con la comunidad que deseamos con la mirada puesta en lo local y
en los cambios que esa tarde se iban a producir.
A continuación llegaron las
elecciones para la renovación del Consejo Local, en una ronda de intervenciones
fue como si les estuviéramos proponiendo el programa electoral. Ahí salieron
los sueños que tenemos para nuestra Comunidad en los próximos dos años. El
resto fue votar y a continuación celebrar, en una Eucaristía primero, y con
unas cañas a la salida de la capilla, después.
El nuevo Consejo –no tan nuevo,
dos terceras partes repiten legislatura–, está formado por Óscar Lobo (Presidente), Ana
García Yagüe (Secretaria) y Juan
Santamaría (Tesorero).
Fue bueno que, en la Eucaristía,
la carta a los efesios nos recordara que «Dios nos ha creado en Jesús para que
nos dediquemos a las buenas obras».
Sinclair, recogiendo el sentir
común, concretó el envío al Consejo con estas palabras:
«La Comunidad de Vida Cristiana
en Valladolid, como parte de una Comunidad que se sabe y se quiere sentir
mundial, os envía en el servicio al que generosamente os habéis comprometido.
Escribir correos, recaudar cuotas, organizar información, reunirse… son la cara
externa de un servicio mucho más valioso que os pedimos: cuidad a la gente.
Animad a los desanimados y felicitad a los entusiastas. Estad atentos a los
pequeños detalles, agradeced, festejad, aplaudid… rezad por nosotros.
Pero no podemos enviaros como
quien lanza una botella al océano. También sois nuestra misión. Vuestro
compromiso funciona en dos direcciones, porque exige de nosotros el
acompañamiento, la disponibilidad y la respuesta. Por eso este envío no es sólo
para vosotros tres. Es toda la Comunidad la que debe sentirse enviada hoy a lo
que sea necesario. Si este Consejo Local necesita ayuda, no debe olvidar que
quienes os hemos enviado estamos ligados a vuestro servicio. Estamos en la
misión con vosotros.
Gracias a vosotros y a vuestras
familias por aceptar este reto. Nos esperan tiempos interesantes».
El nuevo consejo local recoge los
sueños de la comunidad y se pone manos a la obra para seguir buscando lo que
Dios quiere de nosotros.