La Provincia
lanza una nueva Infosj. No se trata de cambiar
el formato o el exterior, sino poner en
marcha todo lo que nos una, nos haga conocernos de nuevo y nos haga sentir más
el Cuerpo apostólico que formamos: “ni conservarse puede ni regirse, ni por
consiguiente conseguir el fin que pretende la Compañía a mayor gloria divina,
sin estar entre sí y con su cabeza unidos los miembros de ella” (Const. 655).
"Entre sí" y "con su cabeza" son las dos claves que nos
propone Ignacio como modo de vivir y como oración para nuestra Compañía. El
sentimiento de pertenencia, horizontal y vertical, ahonda y fortalece mucho
nuestro ser y esta web nos anima a ello.
Tomando esto
más a fondo, buscamos maneras de crecer
y profundizar en ser amigos y hermanos en el Señor junto con nuestros
colaboradores. Esta unidad se puede hacer en muchos niveles desde la propia
comunidad, el trabajo apostólico compartido, las relaciones dentro de la
plataforma o el sector apostólico, y la información sobre lo que hacen otros en
diferentes lugares. Desear la información sobre nuestra misión y sus logros nos
entrelaza y nos hace mirar por encima de lo que somos o hacemos. En cada una de
las visitas, me surge un agradecimiento grande por la energía y la fuerza de
cada uno por la Misión, con diferencias en cada lugar, pero siempre en camino
hacia el servicio al Señor. ¡Ojalá pudiéramos tener todos esa experiencia!
Junto con la
nueva Infosj, estamos invitados a renovar
nuestra mentalidad y nuestra aproximación afectiva a la Provincia. Estamos
en una construcción lenta y podemos poner de nuestra parte atendiendo a lo que
otros hacen, valorando sus iniciativas, compartiendo perplejidades desde la
comprensión y el afecto. Ante la posibilidad de desaliento, podríamos mirar lo
que todavía hace Dios por medio de nosotros y todos los dones que nos sigue
enviando: lo que ayuda a nuestra unión “es especialmente el vínculo de las
voluntades, que es la caridad y amor de unos con otros, al cual sirve el tener
noticia y nuevas unos de otros y mucha comunicación” (Const. 821). En ese deseo
nos ponemos.
Antonio J.
España, Sj